En el pasado, una habitación del pánico alcanzaba para calmar los nervios de los ricos ante una catástrofe. Hoy en día transforman su mansiones en fortalezas con todas las comodidades disponibles. Mirá las fotos.
Ser multimillonario no solo se trata de tener mucho dinero, sino de vivir a lo grande y con estilo, incluso en un apocalipsis. Ya quedaron en el pasado esos días cuando una habitación del pánico en el subsuelo alcanzaba para calmar los nervios de las personalidades más ricas e importantes del mundo.
Hoy en día, los multimillonarios se preparan para los eventos catastróficos transformando su mansiones en fortalezas con la última tecnología y todas las comodidades disponibles.
Así, por ejemplo, Al Corbi, un veterano en el mundo de la seguridad de lujo, detalló en una entrevista al NY Post cuáles son las demandas de los mega ricos al momento de mantenerse seguros. “La demanda siempre ha estado presente en los sectores de patrimonio neto ultra alto e incluso alto. Pero el patrimonio neto ultra alto es una parte estándar de su miedo”, dijo Al Corbi y agregó que “el rey siempre tuvo su castillo protegido por un foso”.
“En verdad, en los últimos tiempos, debido a que ha habido tanta notoriedad que se ha filtrado… ha habido un aumento en la demanda. Hace 5 o 10 años, una personas con una fortuna de US$ 10 millones ni siquiera consideraba esta opción. Ahora están empezando a pensar, esperen un minuto, tal vez necesito que eso sea parte de mi portfolio”, destacó.
Millonario argentino acaba de comprar una Ferrari exclusiva de más de US$ 5 millones
"Si vas a poder sobrevivir bajo tierra, queremos que te diviertas", dijo Corbi a CNN, que también informó sobre esta tendencia de lujo.
Uno de los últimos proyectos de Corbi es una extensa propiedad ultrasecreta ubicada de 80 hectáreas en medio de la naturaleza. Sin duda, este no es el típico escondite de alguien que prepara el fin del mundo. Éste tiene un foso, de 9 metros de profundidad, pero tiene un toque moderno.
"Tomemos la época medieval, un foso es uno de los mayores elementos disuasorios", señaló Corbi a CNN, aunque se apresura a remarcar que "en aquel entonces no tenían motos de agua". Su cliente, un adicto a la adrenalina y aficionado a los deportes acuáticos, planea utilizarlo como su pista de carreras personal.
Si suena lujoso, es porque lo es, y estos refugios pueden tomarse su tiempo para construirlos.
"Cuanto más elaborados se vuelven, más tiempo se tarda en construirlos", explicó Corbi al NY Post, añadiendo que una de sus construcciones, que tiene un valor de US$ 100 millones, fue esculpida en granito sólido. “Cuatro años fue el tiempo más largo que me demandó ”, contó sobre esa obra maestra de piedra, aunque otras pueden tardar varios meses. Un búnker, dice, permitió a sus propietarios vivir allí hasta 30 años con sus provisiones.
¿Cómo hizo su fortuna Bernard Arnault, el "padrino" de los JJ.OO 2024?
Corbi aseveró que hace 50 años, estos búnkers parecían Ritz-Carlton subterráneos. Pero los multimillonarios de hoy desdeñarían algo tan modesto. El deseo de superarse unos a otros también impulsa la demanda.
Cuando se conoció la noticia de la guarida subterránea de Mark Zuckerberg en Hawái, que incluye un búnker de 464 metros cuadrados, otros magnates tecnológicos y directores ejecutivos no pudieron apresurarse lo suficiente para reforzar sus propios hogares. Se dice que Bill Gates es uno de los que ha llevado la moda de los búnkeres a nuevas alturas, con refugios apocalípticos bajo todas sus propiedades.
El empresario y capitalista de riesgo Peter Thiel está construyendo actualmente un elaborado búnker en Nueva Zelanda. Y celebridades como Post Malone, Kim Kardashian, Shaquille O'Neal y Tom Cruise han construido búnkeres o habitaciones seguras en sus hogares.
Los pasillos ocultos y las habitaciones secretas ya no son solo una exhibición: son verdaderas características de seguridad.
Empresas como Creative Home Engineering en Arizona se están ganando la vida instalando chimeneas giratorias que también funcionan como puertas secretas y cabinas telefónicas que revelan toboganes que conducen a búnkeres subterráneos. Los ricos de hoy se están deslizando hacia sus lujosos escondites, pasando directamente por el tanque de tiburones y entrando en un simulador de vuelo.
RM
