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La tercera parte de los containers que entran al país pasan por sus manos, en la Terminal del puerto de Dock Sud, de la que es uno de los propietarios. Cómo negocia y opera el hombre que, como Eurnekian, también quiere ser telefónico.
Por Claudio Celano Gómez
En un discreto salón de la mansión que el empresario colombiano Julio Mario Santo Domingo tiene en la isla Barú, frente a Cartagena de Indias, Colombia, se encontraron
los dos. Afuera, los hombres de negocios más ricos de América latina y sus herederos participaban de intensas disertaciones y coloquios que analizaban la situación económica mundial. Pero en ese exclusivo recinto, mientras compartían agua mineral y jugos de fruta, el magnate mexicano Carlos Slim y el empresario argentino Alfredo Román comenzaban a esbozar una sociedad con vistas a la posible compra de la participación de Telecom Italia en Telecom Argentina.
Pero, ¿por qué eligió en primera instancia Slim a un hombre de negocios como Román, sin relación con el sector de las telecomunicaciones? Es que a pesar de su bajo perfil, Alfredo Román es un empresario de peso en el sector portuario y logístico, que también incursiona el el rubro agropecuario y del real estate. Su espalda financiera de más de u$s 300 millones y una facturación cercana a los u$s 210 millones en 2009, el manejo del 32% del comercio exterior en contenedores que pasan por sus manos cada año y el conocimiento del mercado local, donde es considerado un empresario “rápido y hábil” para los negocios, fueron las cartas que le sirvieron a Román para que Slim deposite en él su confianza.
Desde entonces, ambas partes estuvieron analizando qué acuerdo sellarían. Román esperaba una respuesta definitiva el mes pasado, en el Council de las Américas, para desembarcar finalmente en el negocio de las telcos. Esperaba el sí de Slim. Pero la aparición de otro player de gran peso, como Eduardo Eurnekian, de Corporación América, complicó su panorama. Eurnekian, públicamente, confirmó en la reinauguración del aeropuerto internacional de Carrasco, en Montevideo, que está “muy interesado” en Telecom y que “están avanzando las negociaciones” por el 50% de Sofora Telecomunicaciones a través de una alianza con el magnate mexicano.
Pero este traspié no puso a Román fuera de juego. Y más allá de que desde en el entorno del empresario desmientan la reunión con Slim en Colombia, nadie niega su interés por Telecom: él todavía está atento a este posible negocio y sigue siendo un socio más que potable para cualquier empresa interesada en convertirse en la nueva dueña de Telecom Argentina.
Su intención de entrar en el sector de las telecomunicaciones está intacto.
Lea el artículo completo en la última edición de revista Fortuna
9/10/2009
