"La carga fiscal de Argentina es excesiva"

Por Claudio Celano Gómez* / El presidente de Puente advierte que hay que bajar la presión fiscal. Sin embargo, ve positivas las reformas de Macri.

Redacción Fortuna

Trabajo en el centro”. Así les responde Federico Tomasevich a sus hijos cuando le preguntan de qué trabaja. La definición, que parece simple y llana, tiene detrás una realidad que incluye ser el presidente de Puente, un holding de servicios financieros en Reino Unido de capitales 100% argentinos con operaciones en el país, Uruguay y Paraguay. Realizó operaciones por u$s 28.000 millones, administra más de u$s 4.000 millones de clientes de Wealth Management y gestiona activos por u$s 1.000 millones a través de 12 fondos de Megainver, empresa que integra el grupo. En el negocio de invesstment banking --principalmente emisiones en el mercado de capitales-- es el mayor emisor de productos en Argentina Uruguay y Paraguay con u$s 4.000 millones. En la Argentina emite casi dos bonos por semana entre públicos y privados, maneja el 35% del total del mercado financiero en Paraguay y el 60% del volumen que se opera en bonos en dólares en Uruguay.

Como referente del mercado de capitales de nuestro país, Tomasevich recibe a Fortuna en sus oficinas del microcentro porteño, donde está la oficina central de la compañía. Opina sobre el proyecto de la nueva Ley de Financiamiento Productivo y de reforma laboral, el impuesto del 15% y cómo los fondos comunes de inversión orientados a la economía real son una gran oportunidad para el país y sus negocios; asegura que el ánimo de los inversores locales e internacionales es muy bueno luego de las elecciones legislativas porque “se convalidó la vocación de cambio del actual Gobierno” pero es muy crítico respecto de la carga fiscal nacional al afirmar que “la Argentina sigue cazando en un zoológico porque muy pocos pagan la cuenta de muchos”.

Fortuna: ¿Cuál es su análisis del paquete de reformas tributarias, laborales y financieras que el Gobierno está llevando adelante?

Tomasevich: Que aumenten los impuestos nunca es bueno porque después nunca bajan. Más en un país con un déficit fiscal enorme como el de Argentina. Dicho esto, en el resto del mundo el impuesto a la renta financiera existe y en términos generales no es alto. Sin embargo, este impuesto sería más fácil de digerir si la carga fiscal sobre la economía real fuese razonable. Entonces, el problema de fondo no es este nuevo tributo, que es del 15%, sino que es la carga fiscal sobre la economía real que es excesiva. Argentina sigue cazando en un zoológico, porque muy pocos pagan la cuenta de muchos. Esto desincentiva y desestimula el crecimiento de la economía formal.

Fortuna: ¿Cree que el Gobierno efectivamente está tratando de reducir esta presión fiscal?

Tomasevich: Las reformas que se están viendo, tanto laborales como tributarios creo que son todas positivas y están apuntando a mejorar la competitividad argentina, pero hay que atacar más rápidamente la presión fiscal. Argentina no es el único país del mundo donde se puede invertir. Hay muchas cosas que hacen a la competitividad y la selectividad del país para invertir y, una de ellas, es la presión fiscal. Acá tenemos el 1,2% del impuesto al cheque más Ingresos Brutos, que son dos tributos que casi no se pagan en ningún lugar del mundo. El IVA es de los más altos y además está Ganancias, que es del 35%. Es una presión fiscal que, comparada con otras economías, te deja fuera del mercado internacional. Si a esto le sumamos el altísimo costo de financiamiento que tienen las empresas en el país, que es casi prohibitivo en pesos… No es razonable la carga fiscal en nuestro país. Cuando le explico a un americano o un europeo que quiere invertir en la Argentina que hay que pagar un anticipo de ganancias, por algo que todavía no ganó, piensan que es un chiste. No lo pueden creer, porque es increíble. Y esto nos vuelve menos competitivos, porque el país no necesariamente tiene que tener competitividad vía el tipo de cambio. Hay infinidad de cosas para lograrlo. Argentina tiene un déficit fiscal enorme, y genera mucha presión sobre muy pocos contribuyentes y esto hace que la economía real Argentina no sea competitiva.

Fortuna: Previo a las elecciones usted había dicho que la economía financiera y la real no se estaban encontrando. Luego, los indicadores económicos sectoriales fueron mejorando. ¿Hay puntos de encuentro ahora?

Tomasevich: El mercado financiero siempre se anticipa a la economía real. Había habido una mejora importante de precios de los activos financieros y se esperaba que, con retraso, esto llegara a la economía real. Y terminó sucediendo. Hoy, los indicadores económicos están muy positivos y se ve reactivación económica en casi todas las industrias. Y, lejos de querer sonar repetitivo, es interesante ver que hay una desventaja entre el mundo de las inversiones financieras y las del mundo real, que es la carga fiscal. Después de la reforma tributaria, los inversores financieros pagarán 15% mientras que en la economía real seguirán pagando todos esos impuestos que hablamos anteriormente, entonces muchos inversores piensen varias veces antes de venir al país. No obstante esto, soy optimista respecto de hacia dónde está yendo la Argentina y la dirección que está tomando. Entiendo que el Gobierno tiene muy clara esta falta de competitividad por la carga fiscal pero también es cierto que tiene pocas alternativas porque hay que financiar una necesidad de gasto corriente que es muy grande. En el tiempo, y una vez que se vean los resultados de las políticas y las decisiones actuales, se debería poder trabajar para que la carga fiscal sea más razonable.

Fortuna: En el contexto que decía que para las PyMEs financiarse en pesos es casi prohibitivo, ¿las altas tasas en las Lebacs no juega todavía más en contra para las empresas locales, sobre todo las más chicas?

Tomasevich: La mejor herramienta que el Gobierno identificó para combatir la inflación es con una tasa alta para que los pesos vayan a las Lebacs y no generen presión sobre bienes y servicios. Con una tasa del 28% se genera un costo de financiamiento casi prohibitivo para las PyMEs en el país. La tasa del Central afecta a las empresas. Creo que habría que empezar a pensar alguna alternativa para un programa anti-inflacionario de manera tal de que la tasa no sea la única variable para combatir la inflación. Porque si hay que mantener esta tasa por los próximos 24 meses en el país, a lo que se le sumaría un retraso cambiario, el efecto para el modelo agroexportador argentino no sería positivo porque sufriría demasiado. El Gobierno debería empezar a pensar una alternativa complementaria a la política de tasa alta, porque ya pasaron dos años de tasa alta y estamos lejos del target de inflación. Apuntaron a 17% y está en 24%. Nadie duda de las dificultades de la situación y que hubo que corregir retrasos tarifarios y muchas cosas, pero están jugando un all-in a la inflación con la tasa y creo que debería haber algo complementario que ayude a que la tasa sea más baja porque las PyMEs se tienen que financiar y con esta tasa le come mucho margen de rentabilidad.

Fortuna: Muchos inversores internacionales se asustan por la presión fiscal de la Argentina, pero a su vez el país pareciera necesitar más que nunca de ellos. ¿Cómo se resuelve esta situación?

Tomasevich: No es para nada sencillo. Argentina hoy sigue siendo muy dependiente de los inversores independientes financieros. Un tercio de los dólares que entran al país son de inversores que vienen a comprar acciones, Lebacs y bonos del Estado, Provincia, Municipios o empresas. Con lo cual es muy importante la percepción de Argentina en el mercado internacional para que estos inversores sigan entrando, y sobre todo teniendo en cuenta el déficit fiscal que hay que financiar para el próximo año que es de entre u$s 20 mil millones y u$s 30 mil millones.

Futuro inmediato. Puente tiene más de 400 empleados en los cuatro países donde tiene presencia y una base de clientes de más de 35.000 en todo el mundo. Los u$s 37 mil millones que administra están divididos entre sus cuatro unidades de negocio. En el área de wealth management, con la que desarrollan estrategias de inversión para individuos, gobiernos, corporaciones y gobiernos, administran más de u$s 4 mil millones en activos financieros; en capital markets emiten para público y privado por más de u$s 4 mil millones también. Su negocio más chico, el de asset management, lo opera a través de Megainver y gestiona 14 fondos de inversión por más de u$s 1.000 millones; mientras que el área más grande es la de sales & trading con un volumen de operaciones que superan los u$s 28.000 millones.

Esta consolidación en los negocios de Puente, que nació en 1915, hace que Federico Tomasevich tenga decidido que la compañía saldrá a la bolsa en Buenos Aires y la duda todavía está si también lo hará en Londres o Nueva York. Todo indicaba que este sería el año en que se presentaría la IPO, sin embargo, el presidente de Puente decidió levantar el pie del acelerador. Pero no por problemas técnicos o legales, sino que por el amplio espectro de negocios que se está abriendo en el país con una resolución de la CNV y el proyecto de ley del mercado de capitales.

Fortuna: La IPO era casi un hecho en 2017, sin embargo no se hizo. ¿Tuvo que ver con el contexto económico y financiero local?

Tomasevich: Hay que analizar dos aspectos, uno externo y otro interno. Por un lado, el resultado de las elecciones legislativas sorprendió positivamente a todo el público inversor local e internacional. Dos meses antes de los comicios hubo un wait & see, porque los números de Cristina Kirchner no eran tan malos y eso llamó la atención de los inversores. Sin embargo, el resultado convalidó la tesis que presenta el Gobierno Nacional de que hay una profunda vocación de cambio. Entonces, el Gobierno se hizo de la sumatoria del poder político para hacer estos cambios más profundos y esto fue muy bien tomado por los inversores y el empresariado en general. Por eso hoy se ven altas expectativas y altos precios de activos financieros y no financieros argentinos. Todavía estamos lejos de los valores de los activos de los países limítrofes y esto genera más expectativas a la economía en su conjunto. Que los cambios sean duraderos en el tiempo, que sean lo razonable que se están anunciando y que estos generen externalidades positivas para la economía en su conjunto es muy positivo. Eso hace que nuestro negocio tenga por delante muy buenas perspectivas. Pero a esto también hay que sumarle una decisión interna que tiene que ver con explotar aún más nuestros negocios de cara a nuestro objetivo, que es la salida a la bolsa en el mediano plazo, a partir precisamente de los tres anuncios importantes que tienen que ver con las reformas en el mercado de capitales, la fiscal y la laboral, entonces decidimos esperar para ver qué sucede con estos cambios para que nuestro plan de negocios tenga determinada visibilidad para los inversores. Una vez que estas tres cuestiones estén resueltas, aceleraremos nuevamente para llegar a ese objetivo, que no es inmediato. El objetivo nuestro es crecer en las cuatro unidades de negocio, más clientes, más activos, más emisiones de bonos y acciones y más fondos comunes de inversión.

Fortuna: La nueva ley facilitaría los fondos comunes de inversión para la economía real, ¿qué impacto podría tener esto para el país y los negocios financieros?

Tomasevich: El impacto es enorme. Los fondos comunes de inversión (FCI) para la economía real apuntarían a sectores como el de real estate, negocios agropecuarios, minería, energías renovables, y muchos otros. En Argentina hay una industria muy grande de FCIs, pero todos están invertidos en activos financieros. No hay ni uno en la economía real porque la regulación desincentiva fiscalmente al inversor, entonces no se generan. Si un inversor paga el 35% de lo que gana al invertir en un FCI de economía real y paga cero si lo hace en uno financiero, la ecuación es muy fácil. La nueva ley contempla esto y le dará más claridad y homogeneidad a la renta financiera. En el mundo estos fondos son los que mueven a la economía de un país y acá no los tenemos. El mayor inversor argentino en FCI es la ANSES con sus fondos previsionales y no invierte un solo peso en la economía real porque le cobrarían el 35% de impuesto a las ganancias. Si todo ese dinero va a fomentar infraestructura, energía renovable y todos los sectores claves del país, la Argentina tiene mucho para crecer.

Fortuna: Y ustedes, que administran fondos, también…

Tomasevich: Nosotros y todas las empresas financieras que administren fondos. Es una posibilidad muy buena para el país. Hasta no ver qué sucede con esto, y la oportunidad que se generaría para nosotros, no queremos hacer la IPO. A esto le sumo una nueva disposición administrativa de la CNV que también nos generó un espectro de negocios muy grande. La resolución permite desde la Argentina cubrir cuentas e inversiones en el exterior de inversores argentinos. Es decir que ahora, cualquiera que tenga una cuenta afuera, se puede administrar desde la Argentina. Muchos de nuestros clientes las tienen y desde Argentina no podíamos administrarlas. Ahora sí. Entonces, nuestro negocio en algunas unidades podría duplicarse fácilmente en dos años. Somos la banca privada más grande de la Argentina y si a los miles de clientes les podemos ofrecer este producto es una oportunidad enorme. Esto nos potenciaría de cara a la IPO.

Fortuna: Con estos nuevos negocios que se le abren, ¿le seguiría sirviendo un socio internacional?

Tomasevich: Si, nos serviría mucho, pero lo voy a buscar más adelante, porque voy a poder administrar un 50% más de lo que administro hoy en día. Cuando la compañía pueda consolidar los beneficios de los cambios regulatorios tendrá sentido que venga un socio estratégico para que, a los dos años de capturar valor de ese socio, hacer el IPO. Ese será nuestro camino.

*Subeditor de Revista Fortuna