Los CEOs ya no son solo juzgados por sus resultados sino por la capacidad de predecir el cambio

El rol de los líderes para lograr en sus equipos un mindset innovador es fundamental. Son ellos los encargados de generar espacios donde equivocarse no sea visto como un fracaso sino como una oportunidad para aprender.

Alan Zettelmann*

Las empresas de Latinoamérica tienen un gran potencial pero en materia de innovación, aún les queda un largo camino por recorrer. Si bien muchas están en la senda correcta, no todas están preparadas para innovar de manera sistemática. El mercado necesita que los líderes de la región tomen nota de la urgencia de preparar a sus empresas para competir en un escenario global que cambia de manera vertiginosa. Por eso, considero que el desafío más grande es que la cultura organizacional pueda abrazar la innovación como algo central con mayor inversión en I+D y más incentivo y apoyo a ideas disruptivas.

En este contexto empresarial global, la recientemente lanzada ISO 56001 adquiere enorme sentido y es muy poderosa para derribar barreras ya que innovar no es sinónimo de intuición. Contar con esta herramienta es clave para aportar liderazgo orientado al futuro, estructura, procesos claros, una forma de medir lo que estamos haciendo y darle métricas claras de innovación al consejo de dirección para conectar así la estrategia con la ejecución. El score Innovation IQ es una métrica que permite comparar empresas entre sí en sus habilidades de innovación. Es una norma ahora certificable que va a permitir integrar la innovación en el corazón de la empresa, asegurando no solo que las ideas fluyan, sino que se implementen y generen valor real multiplicando el esfuerzo de varios departamentos simultáneamente. En un mundo tan dinámico, implementarla da una ventaja competitiva muy importante, sobre todo para quiénes quieran transformarse en líderes del cambio. 

La mitad de los CEOs de la región está contratando personas con conocimiento de IA Generativa

Fomentar una cultura de la innovación empieza desde arriba. El rol de los líderes para lograr en sus equipos un mindset innovador es fundamental. Son ellos los encargados de inspirar, capacitar y dar el espacio para que sus colaboradores comiencen a pensar de modo diferente. Esto implica que puedan generar espacios donde equivocarse no sea visto como un fracaso sino como parte del proceso y una oportunidad para aprender; que motiven la curiosidad y la creatividad y que propicien entornos dónde la colaboración, el riesgo calculado y la experimentación sean parte del día a día. No se trata solo de tener “ideas locas”, sino de dar espacio para que esas ideas se desarrollen sin miedo a equivocarse. Además, los líderes deben garantizar  recursos y herramientas disponibles para que la innovación sea constante, ofrecer la oportunidad de capacitarse e incluir tecnologías que faciliten la creatividad para contar con un equipo comprometido.

Apalancarse en esta nueva norma les va a permitir a las organizaciones administrar procesos de innovación de la mejor manera posible. La mayor ventaja del reciente lanzamiento de la ISO 56001 es que ofrece una estructura clara para sistematizar el proceso de innovación, lo que es fundamental para generar resultados concretos. El desafío, como siempre, es cambiar la mentalidad tradicional y romper con resistencias internas que hay en cualquier organización. Los líderes deben estar listos para gestionar ese cambio, ser ejemplo y comprometerse con el proceso. Implementar esta norma va a exigir dedicación, formación y medir continuamente resultados.

El top management tiene que despertar y darle prioridad a la innovación en su estrategia. Este es el momento de actuar y hacer de la innovación una prioridad organizacional. Innovar es mucho más que sacar algo nuevo al mercado. Es encontrar maneras de agregar valor de forma continua y sostenible. La innovación es tanto una estrategia como una mentalidad. Se trata de transformar problemas en oportunidades y permitir que las empresas evolucionen en un contexto de cambio permanente. Innovar no es algo exclusivo de un departamento de I+D; es responsabilidad de toda la organización, los clientes y hasta los proveedores. Y lo más importante es que los líderes puedan entender que la innovación no es solo creatividad, también es implementación efectiva. Porque así y solo así,  se impulsará el crecimiento sostenido aún frente a las peores crisis.

 

*Consultor especialista en la recientemente lanzada norma ISO 56001