Tito Arciniega, Presidente de Microsoft Latinoamérica, analiza 2025 y comparte sus expectativas para 2026.
2025 es el año en que todas las empresas se han sumergido en la piscina de la IA. Su incorporación, y el modo en que las organizaciones abordan esta transformación está redefiniendo cada operación, informando la toma de decisiones, y cambiando el modo de trabajo de todo equipo y persona.
A partir de los profundos cambios detonados por la IA estamos observando una aceleración de la curva misma de innovación. Hemos pasado de la experimentación inicial a la integración de soluciones dentro de estrategias corporativas y modelos de negocio. Dicha tecnología se ha convertido en un motor de competitividad, impactando ingresos, productividad, operaciones y la relación con clientes y empleados.
Este año vio la llegada de los agentes de IA, una nueva fase definida por un salto transformador: sistemas autónomos capaces de actuar, decidir y ejecutar tareas en nombre de las personas. Los agentes de IA representan una nueva etapa de automatización inteligente que cambia radicalmente los recursos disponibles que tiene una organización para impulsar su crecimiento.
En la actualidad muchas industrias se enfrentan a una brecha en productividad. De acuerdo con datos del Índice de Tendencias Laborales de Microsoft, el 44% de los líderes en Latinoamérica busca aumentar la productividad, sin embargo, el 78% de la fuerza laboral siente falta de tiempo o energía. El 89% de los líderes confía en que el trabajo digital ampliará la capacidad de sus equipos de responder a dicha necesidad durante los próximos 12-18 meses.
Por eso la era de la IA agentica presenta una oportunidad de enorme relevancia para el desarrollo de los mercados de nuestra región, incluida la Argentina. La velocidad de la adopción se vuelve clave dentro del camino de crecimiento, impulsada por el acceso y la capacitación de la fuerza laboral.
Especial Fortuna: Visión de los CEOs 2025-2026
Durante 2025 hemos visto a empresas argentinas incursionar en proyectos impulsados por IA, demostrando tanto la relevancia de los agentes como su impacto en los negocios. Un ejemplo reciente proviene de Banco Galicia donde la incorporación de IA en sus procesos de desarrollo y validación permitió que el equipo respondiera con rapidez en la habilitación de nuevas funcionalidades cuando el contexto cambiario lo requirió. Otro ejemplo es Naranja X que ha escalado su innovación y mejorado la experiencia de sus usuarios a través del uso extendido de IA para elevar la productividad interna.
2026 se perfila como el año de lo que llamamos “Frontier Firms”, empresas que adoptan tecnologías de vanguardia para transformar sus operaciones, impulsar la innovación y posicionarse como referentes en sus sectores. Ser una Frontier Firm implica nuevos roles dentro del organigrama impulsados por IA, así como la integración de agentes digitales en procesos clave y un aumento de productividad mediante copilotos personales.
Este modelo implica la creación de nuevos esquemas de trabajo liderados por personas y asistidos por agentes, en los que cada colaborador se convierte en un jefe de agentes de IA. Una profunda reinvención en la forma de concebir cada tarea y cada posición, impactando radicalmente en el mundo laboral.
El gran reto para el año que se inicia será precisamente la consolidación de las Frontier Firms en la era de los agentes. El mayor desafío es cultural: la disrupción de la IA es enorme y comprender su impacto implica ir más allá de la simple inclusión de IA en procesos existentes, se trata de repensarlos completamente. La redefinición del trabajo, la interacción de redes de agentes de IA con empleados y la operación misma de nuevos modelos de negocio es lo que abrirá las puertas al crecimiento del mercado y, a nivel país, potencialmente impulsar vías para generar mayor igualdad, inclusión y acceso.
Me gustaría cerrar con una frase de Mustafa Suleyman, CEO de IA en Microsoft, que en nuestro reciente evento Microsoft Ignite dijo: “El futuro de la IA y el futuro del trabajo están unidos, son inseparables”. Hoy todos somos protagonistas de este cambio, depende de nosotros.