Agroindustria: ¿Cómo evitar pérdidas millonarias ante la nueva amenaza del cambio climático?

Después de la campaña 2022/23 y las consecuencias que provocó la sequía, los productores se resguardan con distintas opciones de seguros. Cuánto cuesta estar protegido contra el granizo, las heladas y los vientos: casos reales.

Redacción Fortuna

La amenaza del cambio climático está provocando más de un dolor de cabeza en los productores argentinos. Luego de las pérdidas millonarias sufridas por la sequía en la campaña 2022/23 muchos confiaban en que el fin del fenómeno de "La Niña" y el inicio de "El Niño" mejoraría la situación de sus campos, pero de momento, las buenas noticias se hacen esperar.

Según un relevamiento de CREA (Consorcio Regional de Experimentación Agrícola), un 95% de los empresarios agrícolas experimentó en los últimos cuatro meses daños por sequía, mientras que otro 45% y 7% registró pérdidas productivas por heladas y granizo, respectivamente.

En la última campaña la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) confirmaron que el sector cerealero-oleaginoso perdió valores de ventas al exterior por USD 20.700 millones.

Pero no todo está perdido: frente a la amenaza de lo imprevisto, existen ciertos recaudos que los productores pueden tomar para prevenir un nuevo escenario como el de la última campaña.

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¿Qué hacer frente a las amenazas del campo?

“El que se quema con leche ve una vaca y llora”, dice el dicho, y en este caso no es la excepción. Después de que muchos productores experimentaran de primera mano las consecuencias de sequías, inundaciones, granizos o vientos en sus negocios, la solución lógica vino de la mano de la industria aseguradora. A la hora de hacer las cuentas y evaluar costos y beneficios, el cambio climático entró en la ecuación.

En la Argentina, un país con poca cultura aseguradora, los productores están comenzando a reorientar su estrategia. Así lo muestran los datos de la última edición de la  Encuesta de Seguros en el sector Agropecuario y Forestal, de la Superintendencia de Seguros de la Nación: en 2022 (última cifra disponible) se emitieron 150.959 pólizas –contra 145.163 en 2021–, lo que representó primas por $46.031 millones. En total se protegieron 21 millones de hectáreas y se registró un capital asegurado de $2000 millones –versus 20,7 millones el año anterior con un capital de $1200 millones–.

En la actualidad hay 30 aseguradoras que ofrecen coberturas para el campo, según el mismo informe. La gran mayoría está enfocada a dar soluciones a riesgos aparejados por el granizo, pero también hay otras que cubren diferentes adicionales como heladas y vientos, y, en menor medida, ganado, incendios o incluso daños en silos o silo bolsas.

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¿Qué costo puede traer para el productor?

Victoria Mehring, gerente de Sucursal de National Brokers, trae un caso real para tomar dimensión. En la firma vieron el caso de un productor de girasol de la provincia de Buenos Aires que decidió contratar un seguro contra granizo pero rechazó la propuesta de incluir un adicional de vientos. Él tenía 650 hectáreas sembradas y el costo por contar con dicho adicional en su cobertura era de US$ 5.655. Un cambio imprevisto en el clima afectó 250 hectáreas cultivadas, lo que repercutió en una pérdida de US$ 120.000.

Pero también hay casos positivos. Otro productor aseguró 1035 hectáreas de trigo a una tasa de 0,97%. Una helada afectó 985 hectáreas sembradas y producto de la cobertura contratada la aseguradora cubrió el pago por los daños en US$ 18.000. El costo del adicional había sido solo de US$ 200.

“Hoy el productor agropecuario tiene más conciencia y asegura la siembra. Generalmente, hasta que el siniestro no ocurre, no se toma conciencia de para qué sirve el seguro, son pérdidas económicas de miles de dólares. Y si encima no están correctamente asegurados, arriesgan prácticamente todo el año de cosecha. Nuestro rol es asesorar al cliente y presentarle las mejores alternativas para su campo. Para eso nos informamos de la situación del mercado, trabajamos con ingenieros agrónomos y nos capacitamos constantemente”, explica Mehring.

RM