Cómo el coaching ontológico permite que las empresas se desarrollen (y no solo sobrevivan)

Las compañías necesitan líderes que promuevan transformaciones y cuenten con una visión clara y desafiante. Esta herramienta ayuda al crecimiento sostenible al potenciar el talento humano.

Hugo López

Debido a una multiplicidad de factores, entre ellos, los avances tecnológicos y científicos de los últimos dos siglos, la humanidad nunca ha cambiado en forma tan vertiginosa en su historia. Si observamos con atención, esa transformación se aceleró a partir de la pandemia e impactó de lleno en el mundo de las relaciones interpersonales, sobre todo en el ámbito familiar y laboral. 

En ese contexto, las empresas -y las organizaciones en sí-, como cuerpos vivientes de este ecosistema de cambio, en primera instancia y de manera instintiva, buscan adaptarse para sobrevivir; sin embargo, cuando lo consiguen, en muchos casos, no logran avizorar un horizonte sostenible en el tiempo. De allí a la crisis hay un solo paso.

Es interesante como los japoneses se relacionan con la crisis (en japonés sería kiki), donde la primera “ki” de su ideograma corresponde a la idea de “amenaza o peligro” y la segunda “ki” representa la oportunidad que cada cambio o crisis tiene. Desde esta perspectiva, toda crisis conlleva una amenaza o un peligro, pero también una oportunidad. Por el contrario, en la cultura occidental la crisis se avizora fundamentalmente como una amenaza, por lo que buscamos defendernos frente a ella -y salir de ella- con los menores daños posibles, desperdiciando la posibilidad de aprender. En el otro extremo, el riesgo pasa por ver solo la posibilidad, minimizando la primera “ki” que nos advierte de los peligros del cambio presente o futuro.

Coaching ontológico: la disciplina que está transformando a las empresas

¿Pero quiénes son los individuos y organizaciones que pueden aprender?

Una frase atribuida a Thomas Edison dice: “En la vida hay más oportunidades que gente dispuesta a verlas”. La palabra clave en esta cita es “dispuesta”, dado que la disposición es una acción cognitiva consciente, que puede volverse preconsciente y automática pasando a formar parte del carácter de un individuo. 

Hace poco tiempo lideré un proceso de transformación ontológica en una empresa que tenía en sus paredes una cita de Charles Darwin: "Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino las que mejor se adaptan al cambio". Aunque esta frase la considero muy relevante, pregunté a un grupo de gerentes si era suficiente para las necesidades actuales de la empresa. Esto dio lugar a la reflexión sobre su vigencia y alcance en la organización.

La conclusión reflejó lo que se observa en muchas empresas: las palabras clave son adaptación y supervivencia. Si bien es necesario adaptarse a los cambios, resulta insuficiente para las que desean desarrollarse en escenarios de crisis. Las organizaciones necesitan líderes que promuevan cambios, no solo que reaccionen a ellos. Líderes que estén “dispuestos” y tengan competencias para observar las oportunidades de las crisis (cambios) que puedan atravesar, incluso promoviéndolas, para no ser solo reactivos, sino proactivos y generadores de los cambios que sean necesarios para alcanzar los metaresultados que la empresa se propone para su desarrollo.

Para lograr esta meta es fundamental tener una visión clara y desafiante que permita, además de sobrevivir, trascender. La sociedad reclama líderes capaces de generar la realidad que desean vivir, en lugar de simplemente explicar la situación actual.

Coaching y mercado social

En esta dirección es que el coaching ontológico asiste a las empresas a desarrollar su capacidad de adaptación y supervivencia en este contexto de cambio constante, a la vez que promueve elevarse a la altura de los compromisos declarados más allá de las circunstancias presentes. Al potenciar el talento humano, el coaching ontológico permite que las organizaciones trasciendan la mera adaptación y sobrevivencia para lograr un desarrollo sostenible.

Los coaches ontológicos pueden también asistir a las empresas a definir su misión, visión y valores cuando éstas no los tiene claros o creen que no los están viviendo como rectores que guíen sus acciones más allá de la mera reacción a los cambios. Son profesionales idóneos que acompañan procesos de transformación, asistiendo a líderes y a empleados a alcanzar grados de compromiso y competencias que les permitan superar dificultades presentes y alcanzar un nuevo status quo.

En resumen, las empresas necesitan líderes que promuevan transformaciones y cuenten con una visión clara y desafiante. El coaching, especialmente el ontológico, es una herramienta valiosa para ayudar a las organizaciones a desarrollar su capacidad de adaptación y supervivencia permitiendo un desarrollo sostenible al potenciar el talento humano y definir una visión y propósito claro y convocante.
 

 

*Master coach profesional. Presidente de la Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional (AACOP).

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