Dueños de empresas: solo el 5% piensa retirarse por completo si vende

Para la persona que realiza la transición, el proceso no termina al momento de desprenderse de su empresa, porque la vida continúa. ¿Puede comenzar una nueva etapa, tal vez distinta y mejor que la anterior?

Gustavo Schutt*

Uno de los aspectos más importantes que contempla el "Exit Planning" es la preparación para el día después. Para el dueño que realiza la transición, el proceso no termina al momento de desprenderse de su empresa, porque la vida continúa y por lo general las ganas de mantenerse activo siguen presentes. ¿Puede comenzar una nueva etapa, tal vez distinta y mejor que la anterior?

De hecho, según los resultados de la encuesta "Dueños de empresas y el proceso de transición", realizada entre empresarios argentinos, solo el 5% tiene pensado retirarse de manera completa y definitiva el día que le toque salir de su negocio actual. La gran mayoría muestra otras intenciones, que van desde un “semi retiro” hasta comenzar un nuevo emprendimiento, pasando por opciones como tomarse períodos sabáticos, comprar empresas o dedicarse a la consultoría, entre otras. Mi consejo es siempre tener el proyecto para continuar, y está comprobado que quienes no lo hacen luego se “sienten mal”. Hay altas probabilidades de que suceda y es importante trabajar para evitarlo. 

Sabemos que los motivos personales son los que generan en la mayor parte de los casos los procesos de transición o salida de los negocios. La primera pregunta siempre es: ¿Cuán preparados estamos para un proceso de esta naturaleza? ¿Hemos desarrollado alternativas? Si es con la familia, ¿están preparados los potenciales sucesores? Si es vendiendo a terceros, igualmente para cualquiera de las transiciones internas, ¿la empresa es atractiva?

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Pensemos que la mejor situación es estar siempre preparados. Luego decidiremos cuándo y cómo, pero para eso debemos estar listos, tenemos que haberlo planificado y trabajado. Para saber en qué punto estamos, hay algunas preguntas complementarias: ¿estoy económica y financieramente preparado para poder "salir" de mi negocio?, ¿qué necesitaría obtener del negocio?, ¿estoy preparado mentalmente para un proceso de transición y poder alejarme de mi empresa?, ¿mi empresa o negocio está listo para ser vendido?, ¿está preparado para una transición familiar o interna si fuera el caso?

Las respuestas a estos interrogantes serán útiles porque nos permitirán saber qué tan bien o mal estamos en cada uno de los temas. Las conclusiones a las que lleguemos nos servirán como guía para trabajar en el plan para las alternativas de transición:

-       ¿Cómo quiero que sea la transición? ¿Qué me gustaría obtener? ¿Qué necesito?

-       ¿Quiero salir? ¿Cuál es mi proyecto para después? ¿Lo estoy trabajando desde antes?

-       ¿Puedo y quiero seguir trabajando en hacer crecer el valor de mi negocio?

-       ¿Puedo y quiero salir y tengo patrimonio, riqueza, liquidez, independientemente del negocio?

-       ¿He trabajado y preparado "la sucesión" y cuando sea el momento se puede realizar?

-       ¿Ninguno de los anteriores?

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El trabajo de preparar las alternativas de transición y luego realizarla se basa en los objetivos, razones, motivos, valores y deseos de los dueños que crearon y que crean y trabajan en el negocio.

De allí surgen entonces otras dos preguntas fundamentales:

  • ¿Es un negocio que puede trascender a sus dueños?

  • ¿Cuál es el próximo proyecto?

De esto se trata: trabajar sobre lo que queremos, lo que deseamos, y luego pasar a nuestra siguiente etapa, habiendo protegido y cosechado lo que con tanto esfuerzo creamos. 

O bien, seguir incrementando el valor en nuestras empresas, siempre creando empresas "trascendentes" y, si alguna vez llega el momento, estar preparados para aprovechar la oportunidad.

 

* Consultor especializado en Exit Planning y autor de “La reinvención del dueño”