Evitar ir por todo y llegar a nada: 5 Consejos para navegar la complejidad

La Ley Bases pone en evidencia la trampa del pensamiento binario y la creencia de que todas las cuestiones complejas se basan en un "nosotros contra ellos".

Carlos Fiorani*

La creciente polarización política en muchos países parece que nos obliga a elegir bandos, simplificando cuestiones complejas en términos de ‘nosotros contra ellos’. Es así que aprobar o no una ley tan amplia y compleja como la llamada Ley Bases se transforma en una discusión de éxito si se aprueba en bloque y fracaso si se modifica. Pero esto es una trampa en la que caemos frecuentemente: el pensamiento binario. Esta forma de pensar simplifica nuestra percepción de la realidad. Al dividirla en blanco y negro, nos  facilita la toma de decisiones y por eso es tan tentadora. Sin embargo, este enfoque nos limita deliberadamente a solo dos opciones, mientras que la realidad ofrece una gama mucho más amplia de posibilidades.

El alto costo de operar bajo un pensamiento binario es evidente en entornos complejos, volátiles, inciertos y ambiguos. Aquí, el riesgo de error aumenta de manera desproporcionada, y los impactos de estos errores no se detectan hasta mucho después de la decisión original, dificultando el aprendizaje y la adaptación.

La alternativa es introducir matices en nuestro pensamiento. Sí, esto requiere más tiempo y esfuerzo, pero las ventajas son enormes. Permite una interpretación más precisa de la realidad y nos alinea mejor con un mundo que nunca podremos comprender completamente. Este enfoque se nutre de una conducta fundamental: la “humildad epistemológica”. Esta implica reconocer que todos nuestros modelos mentales son incompletos por definición y que todo punto de vista es parcial. Al aceptar la complejidad del mundo y adoptar una conducta  curiosa  y de pensamiento crítico, nos preparamos mejor para lidiar con los  desafíos de nuestra realidad .

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Para evitar la trampa del pensamiento binario de opuestos y explorar matices, propongo cinco consejos o técnicas:

  1. Fomentar la curiosidad: Una mentalidad inquisitiva nos permite explorar todas las posibilidades y opciones disponibles antes de tomar una decisión.

  2. Fomentar el pensamiento crítico: Cuestionar nuestras suposiciones y evaluar críticamente nuestras opciones nos ayuda a evitar errores y mejorar nuestras decisiones.

  3. Reconocer la complejidad: El mundo es un lugar complicado y el primer paso es reconocerlo. Aceptar esto nos permite tomar decisiones más robustas y flexibles; y estar mejor preparados para lo que podría venir y que nunca podríamos imaginar.

  4. Incorporar diversas perspectivas: Buscar activamente opiniones y puntos de vista diferentes, incluso contradictorios, nos ayuda a ver más allá de nuestras propias limitaciones y prejuicios. Reunir y comunicarnos con un grupo diverso de personas con diferentes experiencias y antecedentes, permite enriquecer nuestro entendimiento y tomar decisiones más equilibradas.

  5. Practicar la empatía: Ponerse en el lugar de los demás y tratar de entender sus puntos de vista y emociones puede abrirnos a nuevas formas de pensar. La empatía nos permite reconocer y valorar las complejidades y matices de las situaciones, lo cual es crucial para evitar caer en el pensamiento binario.

Si creemos que los errores del pensamiento binario no son costosos, basta pensar en algunos ejemplos bien conocidos de nuestra historia reciente. 

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Desde hace tiempo hay un serio debate sobre la relación de costo y beneficio entre las bondades de la tecnología aplicada a la agricultura y sus costos ambientales. Esto generó un fuerte movimiento en pos del regreso a métodos tradicionales de siembra y cosecha y algunos de sus defensores plantearon, desde una perspectiva muy radical y binaria, que el regreso debía ser absoluto, rechazando toda integración o equilibrio entre los distintos métodos. La aplicación más firme de estos postulados se verificó en Sri Lanka, que decidió en abril de 2021 pasar de la noche a la mañana a métodos orgánicos prohibiendo los fertilizantes sintéticos. El resultado: una crisis alimentaria de proporciones mayúsculas.

Otro caso se presentó en la forma en la que gestionamos comunitariamente la respuesta a la aparición del virus COVID-19, donde las discusiones principalmente se centraron en la dicotomía cuarentena estricta versus libre circulación con distanciamiento. El resultado fue que aquellas sociedades que encontraron un balance adecuado entre ambas medidas y su tiempo de duración tuvieron los mejores resultados a nivel de todas las dimensiones necesarias que tienen que ver con el cuidado de la salud de su población y los costos emocionales, económicos y financieros de aplicar esas medidas.

El pensamiento binario puede ser una herramienta útil pero, como puede verse, es muy peligrosa. Nunca debe ser la única en el kit de toma de decisiones. Necesitamos estar dispuestos a explorar y analizar todas las opciones para tomar las mejores decisiones posibles y evitar los costos, muchas veces astronómicos, de pensar que el mundo que nos rodea tiene dos simples colores.

*Consultor de empresas y dueños. Abogado y MBA

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