Lucas Bianchi Etcheberry, CEO & Founder de Finket, una fintech de infraestructura tecnológica, analiza 2025 y comparte sus expectativas para 2026.
Fortuna: ¿Cómo describirían el 2025 para su sector? (en términos de mercado, desafíos macro, oportunidades que se generaron).
Bianchi: El 2025 marcó un punto de inflexión: las finanzas embebidas dejaron de ser una promesa para convertirse en el núcleo operativo de miles de empresas. Lo que antes requería explicaciones conceptuales hoy se entiende sin rodeos: los usuarios no buscan una institución financiera, buscan resolver su necesidad en el mismo lugar donde trabajan, compran, viajan o producen. Esta transformación redefinió la adquisición y distribución de servicios financieros y abrió un océano de oportunidades para quienes se animaron a integrarlos en sus ecosistemas.
El cambio cultural vino acompañado de crecimiento. En Latinoamérica, las finanzas embebidas avanzan a tasas superiores al 14% anual, con proyecciones que superan el 28% en los próximos cinco años. Pagos P2M & B2B y préstamos integrados son los motores más potentes, impulsados por consumidores que exigen inmediatez y empresas que buscan nuevas verticales con menor costo y mayor relevancia. Paralelamente, el avance del Open Finance en Argentina abrió una puerta decisiva: más datos, más trazabilidad, mejores decisiones y, sobre todo, más inclusión. La información dejó de ser un muro para convertirse en un puente.
La principalidad ya no estará en las instituciones financieras tradicionales, sino en las plataformas de terceros: marketplaces, super apps, software vertical y ecosistemas digitales que concentran la interacción diaria de millones de usuarios. Allí se originará la mayoría de las transacciones y se definirá la experiencia financiera. Sin embargo, los bancos no desaparecerán: crecerán a través de modelos BaaS, convirtiéndose en sponsors estratégicos de estas cadenas productivas y comerciales. Este es el nuevo mapa: la distribución será digital, la infraestructura será bancaria y la experiencia será de plataforma.
Fortuna: ¿Qué lecciones clave o aprendizajes se llevan de los desafíos enfrentados este año?
Bianchi: Este año también dejó una lección clave: la inclusión financiera no ocurre por inercia, se diseña. Cada ajuste en un modelo de riesgo, cada regla de decisión, cada integración tecnológica y cada partnership con nuevas cadenas de valor define quién accede y quién queda afuera. En una región con más de 300 millones de personas y 25 millones de empresas subatendidas, integrar la solución financiera en el momento exacto del proceso productivo no es solo eficiencia: es inclusión. Y las finanzas embebidas demostraron ser un catalizador real para cerrar brechas históricas.
Especial Fortuna: Visión de los CEOs 2025-2026
Fortuna: De cara al 2026, ¿cuáles son los principales desafíos que identifica para su negocio en el contexto local?
Bianchi: Mirando hacia 2026, la industria enfrenta un desafío doble: escalar y profesionalizar. El marco regulatorio será más sofisticado, la competencia más intensa y las expectativas del usuario más exigentes. La estabilidad operativa, la seguridad, la modularidad y la calidad de los datos serán factores críticos para diferenciarse. Este contexto se da en medio de un crecimiento acelerado: el mercado de Embedded Finance en Latinoamérica alcanzará los USD 38.8 mil millones en 2025 y proyecta superar los USD 50 mil millones en 2030, con tasas de expansión anual cercanas al 13% en pagos y crédito embebido.
En paralelo, el modelo Banking-as-a-Service (BaaS) se consolida como infraestructura clave: solo en Latinoamérica, este segmento moverá USD 2.3 mil millones en 2025 y llegará a USD 3.2 mil millones en 2030, impulsado por APIs abiertas y la demanda de integración en plataformas no financieras. Para quienes operamos como infraestructura, es un terreno fértil para construir ecosistemas interoperables y cocreados.
Fortuna: ¿Qué oportunidades de crecimiento o nichos de mercado visualizan como prioritarios para el próximo año? ¿Dónde pondrán el foco?
Bianchi: Las oportunidades son enormes. Las cadenas productivas y las pymes -responsables de más del 60% del empleo en la región- están adoptando soluciones financieras integradas que les permiten acceder a capital de trabajo en el momento exacto de la transacción. Este es el verdadero poder de Embedded Finance: convertir cada punto de interacción en un punto de inclusión y eficiencia. Las plataformas digitales y el software por componentes acelerarán aún más esta tendencia: todo indica que en los próximos años 7 de cada 10 servicios financieros se comercializarán desde ecosistemas digitales, no desde instituciones tradicionales, según Bain & Company.
Sectores como agro, energía, movilidad o FMCG se transformarán en hubs financieros por naturaleza, impulsados por modelos BaaS que habilitan integración sin fricciones. Y el avance del Open Finance en Argentina, con la reciente regulación del Banco Central, abre una puerta decisiva: más datos, más trazabilidad y mejores decisiones para ampliar la inclusión financiera en un país donde una gran cantidad de personas y empresas aún están subatendidas.
Fortuna: ¿Cuáles son los planes, proyectos o inversiones concretas más importantes que tienen previstos para 2026?
Bianchi: En 2026, nuestro foco en Finket será acelerar la próxima frontera de las finanzas embebidas.
Invertiremos en tres ejes que consideramos críticos para escalar la transformación. Por un lado el de infraestructura modular sin fricciones, capaz de integrar servicios financieros en cualquier ecosistema en cuestión de semanas; por otro en el de nuestra expansión regional con impacto, acompañando a empresas que están redefiniendo la experiencia económica de millones de usuarios y, por último, en inteligencia de riesgo potenciada por Open Finance, para habilitar decisiones más precisas y ampliar el acceso al crédito en segmentos históricamente desatendidos.
Si tuviera que definir la próxima frontera, sería colaboración o co-creación inteligente sobre plataformas interoperables. La ventaja competitiva no provendrá de sistemas cerrados, sino de diseñar ecosistemas donde instituciones financieras, empresas, fintechs y plataformas compartan capacidades y datos con reglas comunes para escalar productos y experiencias unificadas. Quienes lo entiendan, liderarán la próxima década.
Fortuna: En una frase: ¿Cuál será la palabra clave o el concepto que guiará la estrategia de su empresa el próximo año?
Bianchi: Este cambio redefine la lógica de la industria: Embedded Finance y BaaS ya no son tendencias, son la infraestructura invisible que habilita experiencias integradas y escalables. Y como anticipó Werner Vogels, CTO de AWS, la próxima década exigirá equipos “renacentistas”: profesionales capaces de combinar negocio, datos, tecnología y propósito para crear soluciones interoperables y resilientes. Porque la infraestructura no es el fin, es el medio para construir ecosistemas cocreados, donde el valor surge de la conexión, no de la fragmentación. Quienes entiendan que la próxima frontera no es competir, sino co-crear sobre estándares comunes, liderarán, no el próximo año, sino la próxima década. Ese es, sin duda, el camino que viene.