Tomás Volonté y Damián Sánchez son dos emprendedores argentinos que utilizan su experiencia para que muchos otros no pierdan tiempo y dinero. Cuentan con clientes de España y toda América Latina.
Tomás Volonté y Damián Sánchez son dos emprendedores argentinos y fundadores de la primera escuela de startups en el país, Novolabs. El proyecto comenzó en 2019, en España, y estaba enfocado en dar servicios a emprendedores. Hoy en día, y luego de haber asesorado en la fundación a más de 50 startups, en diferentes países de América y Europa, decidieron utilizar su experiencia para que muchos otros no pierdan tiempo y dinero en la creación de startups que, en un 90%, desaparecen antes de los 3 años de vida.
Automatizando toda su experiencia, que conjuga el saber teórico de la facultad (ambos estudiaron Administración de empresas) y el práctico de múltiples emprendimientos propios, sumado al de otros mentores reconocidos por haber lanzado y vendido sus propias startups, fue que crearon Novolabs, cuyo propósito es aprender a crear startups desde 0, paso a paso y utilizando la menor cantidad de tiempo y dinero posible para validar si tienen o no potencial para convertirse en un negocio exitoso.
De esa manera, apuntan a que el ratio de fracaso de estas empresas, que en un 80% no logran generar ventas en los primeros 6 meses y en un 50% cierran antes del año, sea menor. Para ello, ofrecen una formación teórica y práctica, con contenidos semanales y reuniones con mentores. Cada uno de los pasos son validados y contrastados con la realidad, con el fin de que no se trate solo de buenas ideas sino productos o servicios que el mercado esté dispuesto a incorporar.
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¿En qué consiste el programa de Novolabs?
El Programa de Novolabs Startup School dura 14 semanas y se propone, justamente, validar una idea y conseguir los primeros clientes. Con sesiones grupales en vivo, sesiones uno a uno personalizadas, masterclass con emprendedores reconocidos y una plataforma con videos explicativos y resúmenes textuales, la propuesta consiste en que los alumnos puedan salir a la calle a entender profundamente a su cliente y sus necesidades, descubrir un problema que valga la pena resolver, definir una solución que resuelva el problema y asegurarse que sea factible, salir (de nuevo) a la calle a vender la solución hasta conseguir compromisos de pago, clientes comprometidos y definir el producto con el que lanzarán al mercado.
El programa está diseñado para ayudar a distintos tipos de públicos: por un lado, personas que trabajan en startups y que quieren comenzar su propio camino; por el otro, personas que ya están emprendiendo pero que no le están encontrando la vuelta al negocio y están en búsqueda de acompañamiento especializado.
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Primera edición de Novolabs en Argentina
La primera edición del Programa Validar contó con 16 participantes de Argentina, México, España y otros países de Latinoamérica, que pasaron el filtro para poder participar. La segunda contó con 26 miembros, mientras que en julio comenzará la tercera edición y para ello se elegirán 40 emprendedores, a seleccionar entre más de 100 inscriptos, para dividirlos en dos grupos de 20 y trabajar con ellos durante 14 semanas.
Entre los emprendedores que ya participaron de los programas de Novolabs hay casos llamativos, como el de un ex arquero de River, con varios proyectos; un ex CEO de Bayer que decidió apostar todo por su emprendimiento y dejar el mundo corporativo; un “niño genio” español de 12 años y un joven emprendedor que está creando la primera academia 100% online de Freestyle, Hip Hop y Cultura Urbana, teniendo como profesores a algunos de los mejores raperos de Argentina.
Los mentores, por su parte, fueron elegidos entre un grupo de emprendedores y profesores que ya han logrado buenos resultados con sus propias startups y asesorado a otros, como es el caso de Emiliano Chamorro, Jonás Mosse, Alex Dantart, Juan Prim, David Tomás, Ana Guasch, Agustín Linenberg y, lógicamente, Tomás Volonté y Damián Sánchez.
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¿Cómo surgió Novolabs?
Tomás Volonté y Damián Sánchez, los fundadores de Novolabs, tienen en común, además del adn emprendedor, el haber ido juntos al colegio Pio IX, donde se hicieron amigos y comenzaron a colaborar en diferentes proyectos. Volonté, hijo de un ex combatiente de Malvinas que tiene un conocido museo en Flores, comenzó a emprender de adolescente, vendiendo videojuegos pirata a sus compañeros en los recreos, y luego en diferentes proyectos como un local de hamburguesas y una tienda online de comics.
Sánchez, por su parte, tuvo su primer contacto con la tecnología a los 3 años, cuando ya cambiaba chips con su padre, un ingeniero en electrónica. Comenzó a estudiar Ingeniería en sistemas pero luego vio que le gustaba más emprender y viró hacia Administración de empresas. Su primera apuesta fue vender cupcakes hechos por su madre, luego fundó una marca de ropa y pasó por Iguana Fix, donde viajó por diferentes países, entre otros proyectos.
Lo cierto es que los dos juntos, con un amigo más, decidieron viajar a Valencia, apenas antes de que comenzara la pandemia, a probar suerte y emprender en grupo. Allí surgió el germen de Novolabs, en ese momento enfocado en dar servicios a emprendedores, aunque los primeros tiempos fueron duros y llegaron a trabajar, en forma alternada, como repartidores en Uber Eats para poder comer y pagar el alquiler. Sin embargo, en 2022 dieron con un primer contrato grande, luego otro, y pasaron de “chicos delivery” a tener una empresa que daba empleo a 35 personas y facturaba más de 1 millón de dólares.
Ese proyecto, que consistía en ofrecer servicios de desarrollo y asesoría personal a startups, cambió en 2023, gracias a la experiencia acumulada y las necesidades que veían en otros emprendedores, y crearon la escuela de formación que es hoy Novolabs.
RM