Fernando Blanco Muiño: “En una economía de libre mercado hay que competir”

El funcionario se refirió a la actualidad de Argentina en materia de políticas de la defensa de los consumidores, las medidas que debieron tomarse con mayor urgencia y cuál será la estrategia para “ver la luz al final del túnel” lo antes posible.

Redacción Fortuna

Fernando Blanco Muiño el abogado y reconocida figura en la esfera de la defensa de los derechos del consumidor en el país, fue designado como Subsecretario de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores y Lealtad Comercial en el gobierno de Javier Milei. En este caso, en la gestión del Ministro de Economía, Luis Caputo, también incluye las competencias de comercio exterior. Desde su punto de vista, en la medida que haya un ordenamiento de la macroeconomía, también se ira ordenando la micro, habrá más previsibilidad y los precios lograrán un equilibrio. Mientras tanto, dice, “en este momento, que es el peor momento de la economía de lo que será el 2024 hasta abril/mayo, la decisión la tiene el consumidor”.

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Fortuna: ¿Con qué se encontraron en diciembre?

Blanco Muiño: Desde el punto de vista administrativo, lo que nos encontramos fue una demora en la gestión de expedientes con un stock de 15.000 expedientes en trámite en la subsecretaria. Entre ellos, expedientes de multa por incumplimiento de la ley de defensa al consumidor, por incumplimiento al programa Precios Justos. A partir de eso, lo que uno puede inferir es que se utilizaban las actas y las inspecciones como herramienta de presión, pero que después no pasaban de ese primer escalón del proceso administrativo. El 8 de diciembre el programa finalizó y nosotros no lo renovamos, con se discontinuó. Lo que sí se generó a partir del nuevo gobierno es un proceso de sinceramiento de precios que estaban absolutamente distorsionados fundamentalmente en todo lo que es consumo masivo, entre otros motivos, por programas como Precios Justos o antes Precios Cuidados. A partir de la finalización del programa, los precios empezaron a sincerarse, a acomodarse y a entrar en un proceso de equilibrio. Mi objetivo como subsecretario en este nuevo gobierno fue que hubiera abastecimiento de producto para no generar mal humor social cuando el consumidor va a un punto de venta y las góndolas están vacías. Yo creo que se logró. No hemos tenido denuncias ni rebotes en cuanto a abastecimiento de producto en góndola.

Fortuna: ¿Cuáles vienen siendo las primeras decisiones?

Blanco Muiño: Definimos una nueva estrategia en materia de inspecciones. Esta gestión no va a ir a inspeccionar a los supermercados con pecheras militantes los días sábados, sino que tenemos un equipo de inspectores que en estos meses los estamos capacitando para relevar cinco temas que tienen que ver con la incumbencia de esta subsecretaria que son: exhibición de precios, que el consumidor cuando va a la góndola el producto esté señalado correctamente; diferencia de precio entre góndola y caja, que el precio ese que ve en la góndola y que es el que usa para tomar su decisión de compra cuando llega a la caja sea el mismo y si no fuera el mismo labrar actas; balanzas, muchas veces hay errores en la medición y el consumidor cree que se está llevando 1 kilo, pero se está llevando 900 gramos; productos vencidos, algo que tiene impacto sobre todo en lácteos; y el último punto es publicidad engañosa. Estos son los 5 grandes rubros que nosotros vamos a relevar y que los proveedores, tanto las grandes cadenas de supermercados que están en ASU (Asociación Supermercados Unidos) como los supermercados más chicos que están agrupados en CAS (Cámara Argentina de Supermercados) y FASA (Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios), como los almaceneros, deberán cumplir. 

Fortuna: El consumidor hoy se enfrenta a cambios de precios constantes, mucha variación entre un sitio y otro, aumentos abruptos, ¿cuánto tiempo puede llevar este sinceramiento?  ¿Cuándo va a ir al supermercado y el precio de algo va a ser el mismo que el día anterior?

Blanco Muiño:  Esos precios son los que se encuentran en cualquier país del mundo que tiene estabilidad económica. Vas un día a comprar un producto a un precio y al otro día lo encontrás al mismo. Argentina lo que está viviendo desde hace muchos años es una distorsión de precios en donde no se sabe si lo que pagas un producto es realmente lo que el producto vale. Esto es todo consecuencia del proceso inflacionario que vive nuestra economía, ahora más focalizado en las consecuencias de lo vivido en 2023 en sostener desde el Estado la campaña electoral de Sergio Massa que emitió 3 billones de pesos y eso ha generado un nivel de emisión que, como en toda política monetaria, se corre a inflación y le sumamos un cambio de gobierno y un comercio exterior cerrado. 

Consumo
Precios. El responsable de defensa al consumidor asegura que, a medida que se vaya acomodando la macroeconomía, la distorsión de precio de un mismo producto según dónde se compre irá desapareciendo. “El más caro perderá mercado y el otro lo ganará”, asegura.

Fortuna: ¿Qué rol tiene en esto el comercio exterior? 

Blanco Muiño: Hoy la economía del mundo está muy globalizada y muchos de los productos argentinos que nosotros compramos tienen insumos importados y hasta el cambio de gobierno el comercio exterior estaba cerrado. Eso significaba líneas de producción paralizadas, personal suspendido a la espera de que llegaran insumos. Lo que se ha hecho desde la Secretaría de Comercio es: primero, normalizar el comercio exterior, estableciendo el registro de importadores para saber cuánto se debía al extranjero. Argentina le debía a proveedores extranjeros u$s 42.600 millones. Habitualmente, el comercio exterior argentino se mueve en una cuenta corriente deudora de entre u$s 18.000 y 20.000 millones de dólares, con lo cual duplicamos ese flujo habitual y nos cerraron el grifo en cuanto suministro de insumos. Eso ya se identificó y ese stock de deuda se trabaja con el BOPREAL, stock de deuda.

Fortuna: ¿Y para las importaciones, porque se derogaron las SIRAS también?

Blanco Muiño: Para el sistema de importación nuevo se derogaron las SIRAS que eran una gran fuente de corrupción y de complicación para quien quería importar y se estableció el sistema estadístico de importaciones. Hoy cualquier argentino puede importar productos, la única condición que tiene el Banco Central es que se pueden pagar a 30/60/90/120 días el 25% de esa compra. ¿Esto qué significa? Mayor cantidad de insumos, la industria que vuelve a producir, con mayor producción hay más bienes ofrecidos, con más bienes ofrecidos está la posibilidad de mayor competencia y con esto también aportar a lo que es un mercado de libre competencia. Entonces, volviendo a tu pregunta anterior respecto a encontrar los mismos precios un día y el otro, eso lo va a marcar el mercado y el consumidor no validando con su compra precios que quedan o por fuera del mercado o por fuera de sus posibilidades. Te doy un ejemplo: una bebida cola de primera marca en la Argentina en su versión de 2.25 litros en góndola está $2.700 mientras que una bebida cola de otra marca nacional de la misma cantidad cuesta $1.159. Lo que está sucediendo, entonces es que la marca más cara está perdiendo mercado y la otra lo está ganando. Eso va a empezar a suceder en todos los rubros y lo que el empresariado argentino va a tener que entender es que ahora, en una economía de libre mercado, le toca competir. También es cierto que con las distorsiones de precios y las desregulaciones del estado metiéndose en la economía a muchos de esos sectores se les había generado una zona de confort en donde si les iba bien, bárbaro, y si les iba mal, lo compensaba el Estado. Ahora eso desapareció y tienen que salir a competir.

El consumo masivo se cayó otro 2,5% en marzo, pero casi 20% en relación al año 2023

Fortuna: Ante un gobierno que defiende y establece políticas de precios libre, ¿ese equilibrio depende del consumidor en el sentido que compre o no compre?  

Blanco Muiño:  El primer equilibrio es el macroeconómico. La macroeconomía te ordena la microeconomía. Si el país hubiera seguido en el carril que venía, que era fuertes niveles de emisión, subas del gasto público, desorden de su economía, indudablemente nunca iba a llegar el punto de equilibrio. Primero, hay que ordenar eso. Cerrar la emisión, buscar el déficit cero en materia de gasto público y normalizar el comercio exterior. Ofrecer condiciones de previsibilidad. Un empresario que quiere importar ya sabe que lo puede hacer. Puede planificar sus inversiones. En tanto vas ordenando la economía los precios se van estabilizando. En este momento, que es el peor momento de la economía de lo que será el 2024 hasta abril/mayo, la decisión la tiene el consumidor. Luego la va a seguir teniendo, pero el nivel de ofertas va a ser más ordenado, más prolijo, no va a haber las diferencias de precios y el mercado en competencia va a permitir que el consumidor elija lo que más le conviene. 

Shopping

Fortuna: Los programas de incentivo al consumo que existían desaparecieron. Teniendo en cuenta que desde el lado del consumidor sigue existiendo la necesidad de buscar algunos paliativos, ¿están ahora trabajando en algún programa, iniciativa o paliativo para poner en la práctica? 

Blanco Muiño:  Una cosa son programas y otra cosa son paliativos. Paliativos sobre la base de lo que dejo la gestión anterior no vamos a trabajar en ninguno. La orden del Presidente en esa línea es clarísima. Sí hemos renovado “Cuota Simple”, a partir del primero de febrero, como un instrumento financiero, con la tasa de interés más baja del mercado, para compras de 3 y 6 cuotas, en 29 rubros que representan el consumo medio de nuestro país. Además, trabajaremos mucho proponiéndole un cambio cultural a los empresarios. Sobre todo, en supermercadismo. Ahora pueden competir y generar las mejores opciones para sus clientes, para fidelizarlos en el caso que ya lo sean o para buscar nuevos. Ya vemos acciones de los propios supermercados mostrando mejores ofertas, pero sin la necesidad de estar la Secretaria de Comercio atrás diciéndoles cuánto tienen que cobrar. En una economía ideal y de equilibrio programas como Cuota Simple no serían necesarios, pero entendemos que en este momento complicado resulta una herramienta financiera que ayuda a las familias.

Fortuna: Pensemos en el mediano/largo plazo y lo que tienen planificado llevar a la práctica con este nuevo gobierno. ¿Cuáles son las perspectivas? ¿Cuándo se podría empezar a ver un poco de luz al final del túnel? 

Blanco Muiño:  Yo creo que como gobierno estamos administrando el Estado, haciendo las cosas como se deben hacer, y empezamos primero con las cuentas públicas. Los números de enero fueron alentadores, porque en muy poco tiempo logramos superávit gemelo, y eso fue importante. Se vienen meses en donde la inflación, yo creo que simplemente por lo que ha sido el atraso tarifario va a seguir siendo alta, en términos comparativos en los países normales del mundo, pero con la tendencia a la baja en general de, fruto de este orden macroeconómico y la consolidación de reservas del Banco Central. Para junio los indicadores deberían empezar a mejorar. De hecho, las encuestadoras están presuponiendo una inflación de 7/8 % para mayo o junio, con lo cual, si lográramos llegar en tan poco tiempo a eso estarían dadas las condiciones como para pensar una economía que empiece a equilibrarse y que empiece a acercarse a una economía lo más normal que uno desearía. Esa luz al final del túnel se va a ir prendiendo a medida que los indicadores vayan dando mejor.