Roberto Sambrizzi, CEO de School of Rock en Argentina, la reconocida franquicia internacional de enseñanza musical, cuenta el plan de expansión en el país luego de la apertura de su segunda sede en Pilar con una inversión de u$s 400.000.
En agosto del año pasado abrió oficialmente la primera sede de School of Rock, la franquicia de la reconocida escuela de bandas que inspiró la película de Jack Black. El desembarco de este negocio, con su primer local en Nordelta, estuvo a cargo de Roberto Sambrizzi, su CEO, junto a su socio Fernando Tuero.
School of Rock es una franquicia que tiene una propuesta educativa muy particular: convertir a un alumno sin experiencia en un músico capaz de interpretar una canción junto a una banda. Esta metodología, basada en “ingeniería inversa” y patentada por el creador de las franquicias, enseña primero la práctica y luego la teoría. Luego de pocas clases, los alumnos logran subirse a un escenario, junto a una banda, y tocar en vivo.
Ante el éxito de su apertura, Sambrizzi y Tuero fueron por más y en mayo abrieron la segunda escuela, en Pilar, con una inversión de más de u$s 400 mil. Fortuna hablá con Roberto Sambrizzi, CEO de School of Rock en Argentina sobre los objetivos con esta inauguración, los planes a corto y mediano plazo, y qué impacto tiene la situación macro en la concurrencia de jóvenes y adultos en las clases de música.
“Nosotros tenemos un plan de expansión diseñado desde el momento cero, que es bastante ambicioso. Nuestra intención es abrir en la zona de la Ciudad y Gran Buenos Aires una escuela por año y, en paralelo, en el interior del país; para totalizar un mínimo de 10 escuelas en el corto plazo. Hoy tenemos en Nordelta tenemos 300 alumnos, nos está yendo muy bien y fue un éxito desde el primer momento. Desde que abrimos en Pilar también hemos ido creciendo, ya tenemos más de 200 alumnos y seguimos conociendo el territorio, que es muy diferente al de Nordelta, no solo por su tamaño, sino también por el tipo de público y los tipos de colegios que hay”, explica Sambrizzi.
Llega School of Rock a la Argentina, la franquicia que inspiró la película de Jack Black
Fortuna: ¿Cuáles son los desafíos de las aperturas, la inversión económica, los profesores, la locación?
Sambrizzi: Lo más difícil es conseguir la ubicación en el lugar que queremos. Nosotros tenemos en claro dónde está la densidad poblacional y dónde nos va a ir bien por el poder adquisitivo de la gente que vive cerca, y de los colegios que hay. Lo difícil, entonces, es conseguir un lugar que se adapte a nuestras necesidades en esas locaciones que nos interesan. Nuestros locales son grandes, de más de 300 m2, que deben tener buen acceso. Además, al hacerlo en el Gran Buenos Aires, la gente no viene caminando, entonces también debemos tener espacios para estacionar. Muchos chicos vienen desde las 5 de la tarde, los traen sus papás, y son entre una hora y media y dos horas que tienen que esperar, entonces tiene que estar en un lugar que sea acorde. Por eso es que los dos locales que tenemos por ahora están en centros comerciales.
Fortuna: ¿Qué falta para que abran en Capital Federal, donde la demanda ya la tienen?
Sambrizzi: Nuestra próxima apertura será en la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, iba a ser nuestra segunda apertura, pero cuando apareció el local disponible en Pilar no podíamos desaprovechar esa oportunidad. En Capital estamos ultimando detalles, en la zona de Belgrano, Núñez, Saavedra, que sabemos que está nuestro público, ABC1, con muchos colegios. Estamos buscando también por Palermo. Tenemos charlas avanzadas, pero no se ha concretado. La idea es abrir el año que viene y para eso tendríamos que empezar la obra en diciembre.
Fortuna: La inversión en Pilar fue de u$s 400 mil. ¿En Capital sería lo mismo?
Sambrizzi: Cada locación tiene su desafío, pero los locales tienen una inversión grande porque requieren mucha obra. No es un galpón. Ofrecemos una experiencia desde el momento en que abren la puerta de School of Rock. Los colores y nuestra impronta, con la calidad de las salas de ensayo, los instrumentos, construcción, todo es triple A y eso hace a la experiencia. Nosotros buscamos que todos tengan una experiencia de primer nivel; que se complementa con una súper exigencia desde lo académico.
Fortuna: ¿Cuál es el plan de negocios de School of Rock Argentina?
Sambrizzi: Yo armé un plan de negocios donde se lo presenté a un grupo de inversores, cuyo objetivo era el de abrir por lo menos 10 escuelas en el corto plazo, y estamos en ese recorrido. Vamos cumpliendo los tiempos y los resultados nos acompañan.
Fortuna: ¿Han tenido mucha rotación de alumnos, pensando que 2024 y 2025 fueron años difíciles desde lo macroeconómico?
Sambrizzi: Si bien tenemos muchos adultos, nuestro principal público son los chicos. Sabemos que para los padres la prioridad siempre es la educación. Hemos tenido quizá algo más de rotación de lo que se esperaba, pero es muy dinámico. Los padres tienen en claro que School of rock es entretenimiento, pero con mucho foco en lo académico y la excelencia. Nosotros damos un servicio que es barato, pero cuesta mucha plata. Es barato por todo lo que te hay detrás. Es aprender música, pero también un sentido de pertenencia a un grupo social, de hacerse amigos, de tocar música con gente de diferentes edades. Hay chicos que encuentran en School of Rock su lugar de pertenencia y donde se sienten realizados. Hemos notado que este año ha sido para muchas familias pagar la escuela, lo notamos más en un municipio más diverso como Pilar que en Nordelta, y estamos haciendo nosotros un esfuerzo para acompañar a las familias. Las inversiones han sido más altas de las esperadas, porque el costo de construcción subió. En Argentina no se puede esperar al momento ideal para hacer un negocio. Nosotros vemos las condiciones hoy para apostar al largo plazo y estamos contentos en cómo nos están yendo las cosas hasta hoy.