Argentina: Un "terroir" excepcional para espumantes que desafía al champagne francés

El clima, la diversidad de suelos y la luminosidad crean condiciones excepcionales para el cultivo de las dos variedades de uvas base del champagne.

Manuel Roberto Couso*

Argentina, tierra de Malbec y tango, guarda un secreto aún por descubrir: su potencial para la elaboración de espumantes que no solo rivalizan, sino que en algunos aspectos superan, a los afamados champagnes franceses. Como sommelier dedicado a estas mágicas burbujas, puedo afirmar con rotundidad que nuestro país posee un talento enológico excepcional, uvas especiales y un "terroir" único que lo posicionan como un competidor formidable en el mundo del espumante.

Talento enológico reconocido:

Forjados en la tradición: estos enólogos han crecido en el seno de familias vitivinícolas con una larga historia y tradición. Han aprendido de sus ancestros el amor por la tierra, el respeto por la vid y el cuidado meticuloso en la elaboración del vino.

Formados en las mejores universidades: pero no solo se han nutrido de la tradición familiar. Muchos de ellos han complementado su formación en las mejores universidades del mundo, especializándose en enología, viticultura y otras áreas relacionadas con la producción de vinos de alta gama.
Innovación sin fronteras: Con este bagaje de conocimiento y experiencia, estos jóvenes enólogos no temen experimentar y desafiar las reglas preestablecidas. Buscan constantemente nuevas técnicas, levaduras y estilos de elaboración para crear vinos únicos, expresivos y con un fuerte sello personal.

Manu Couso co fundador de la empresa elaboradora de Pháros

Un "terroir" a la altura

El clima templado, la diversidad de suelos y la luminosidad de Argentina crean un "terroir" excepcional para el cultivo de uvas Chardonnay y Pinot Noir, las dos variedades base del champagne. Las zonas altas de Mendoza, San Juan y Río Negro se destacan por sus condiciones climáticas frescas y sus suelos calcáreos, similares a los de la región de Champagne en Francia. Sin embargo, Argentina presenta algunas ventajas:

Mayor amplitud térmica: las noches frescas y los días soleados de Argentina favorecen la maduración lenta y equilibrada de las uvas, lo que se traduce en vinos con mayor complejidad aromática y acidez natural. Un estudio realizado por el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) en 2022 demostró que la amplitud térmica en las zonas vitivinícolas de Argentina es un 20% mayor que en la región de Champagne.

Suelos más diversos: la variedad de suelos calcáreos, arenosos y aluviales de Argentina aporta una riqueza mineral única a los espumantes, permitiéndoles expresar una mayor diversidad de sabores y texturas. Un análisis comparativo de suelos realizado por la Universidad Nacional de Cuyo en 2021 reveló que los suelos de las zonas altas de Mendoza poseen una mayor concentración de minerales como calcio, potasio y magnesio, esenciales para la calidad de las uvas.

Agua pura de deshielo: la Cordillera de los Andes provee de agua pura de deshielo a los viñedos argentinos, un elemento esencial para el desarrollo de uvas de alta calidad. Un estudio del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en 2020 determinó que el agua de deshielo de la Cordillera de los Andes posee una baja concentración de contaminantes y una alta mineralidad, lo que beneficia el crecimiento y la calidad de las uvas.

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Un desafío a las tradiciones

Si bien el champagne francés tiene una larga tradición y prestigio, la industria argentina del espumante está creciendo a pasos agigantados. Enólogos jóvenes y talentosos están experimentando con nuevas técnicas y estilos, desafiando las convenciones y creando vinos espumosos de clase mundial.

Evidencia irrefutable

Los espumantes argentinos ya están cosechando reconocimiento internacional. En 2023, Argentina recibió el premio "Mejor País Productor de Espumantes del Mundo" en la prestigiosa competencia International Wine Challenge. Además, varios espumantes argentinos han obtenido puntajes excepcionales en publicaciones como Wine Spectator y Decanter, equiparándose e incluso superando a reconocidos champagnes franceses:

Un futuro brillante

La industria argentina del espumante está en pleno crecimiento y expansión. Cada vez más bodegas se suman a la elaboración de estas bebidas y los consumidores locales e internacionales comienzan a descubrir su potencial.

Sin duda, Argentina tiene todo lo necesario para convertirse en un referente mundial en la producción de espumantes. Talento, terroir, pasión y una constante búsqueda de innovación son los ingredientes que impulsan a este sector hacia un futuro brillante, donde las burbujas argentinas competirán mano a mano con las mejores del planeta.

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PHÁROS: Un ejemplo de excelencia:

PHÁROS es un proyecto enológico que busca desafiar las convenciones y redefinir el concepto de lujo en el mundo de las burbujas. Inspirados en la majestuosidad del Faro de Alejandría, símbolo de conocimiento y guía en la navegación, creamos espumantes de alta gama que combinan la elegancia y complejidad del champagne con la frescura y personalidad del terroir argentino.

PHÁROS está listo para liderar este camino y demostrar al mundo que Argentina no tiene nada que envidiarle al champagne francés.

Pháros Brut Nature

*Sommelier y creador de PHÁROS