El presidente y CEO de VW Group Argentina cuenta los detalles de la inversión por u$s 580 millones para la nueva Amarok y asegura que la mayor estabilidad actual ayudó a que se concrete. Su visión sobre el mercado local y las importaciones.
Hace casi 30 años que Marcellus Puig trabaja en Volkswagen. Comenzó su carrera en Brasil y luego en la casa central en Alemania. De allí vino a nuestro país para ser director de Recursos Humanos para volver a dar la vuelta por Alemania y Brasil hasta que, finalmente, en agosto de 2022 retornó a la Argentina para asumir como presidente y CEO del Grupo Volkswagen, que implica manejar también las marcas de Audi, Ducati y Volkswagen Camiones y Buses.
Dado su historial, conoce como pocos los dos mercados latinos más importantes –el de Argentina y el de Brasil- y también cuál es la mirada hacia nosotros desde Europa. Desde su nuevo puesto como número 1 ha conseguido dos logros muy importantes: por un lado, una inversión de u$s 580 millones para renovar totalmente la Amarok desde la fábrica de Pacheco, en Buenos Aires; y, potro lado, que Volkswagen se haya convertido en la marca más vendida del país en los seis primeros meses del año según Acara, al haber patentado 52.825 unidades y superar a las 52.677 de Toyota.
Fortuna habla con Marcellus Puig del proceso que llevó a la casa matriz a decidir la inversión por casi 600 millones de dólares, la transformación que tendrá la fábrica local y el foco que tendrán las exportaciones a Brasil y la búsqueda de nuevos destinos. Además, elogia el camino que ha tomado el gobierno y la mayor “estabilidad macro”; reconoce que en Economía entienden la alta presión impositiva pero que todavía no pueden bajarla; y pide que las reglas del juego sean claras ante la mayor llegada de autos chinos.
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Fortuna: ¿Cómo logró que Alemania apruebe la inversión de u$s 580 millones para la renovación total de la Amarok en su planta de Pacheco?
Puig: Esta inversión me da mucho orgullo porque se enmarca dentro de un contexto de Volkswagen como marca. Ya hace algunos años la empresa tomó la decisión de regionalización, tanto en términos administrativos y jerárquicos, pero, sobre todo, en cuanto a los productos. Hay algunos modelos que son mundiales como la Tiguan o el Golf, pero otros vehículos son regionales como la T-Cross, el Virtus o Nibus. En este concepto de regionalización y productos, nosotros tuvimos la iniciativa de proponer un nuevo producto para esta región, que es la nueva Amarok, que es mucho más que una actualización ya que es un cambio significativo y total de la actual. Es una nueva pickup. El Grupo, en Alemania, está con sus temas, como el de la electrificación de sus unidades y la competencia con China. Ese foco de ellos en el mercado europeo nos dio el pie para armar el proyecto de la nueva Amarok. Es un modelo muy reconocido en el país, con más de 15 años y que tiene casi un tercio de participación en el mercado. Consideramos que la Amarok necesitaba un cambio de plataforma y de tecnología, y por eso estamos hablando de una inversión de u$s 580 millones. Es un desarrollo totalmente nuevo.
Fortuna: ¿La nueva Amarok, además de apuntar al mercado local, tendrá un fuerte foco de exportación?
Puig: El foco estará en el mercado local pero también en el de exportación, sin dudas. Cerca de un 60% de lo que vamos a producir se exportará a Brasil, pero hay muchas oportunidades en toda América Latina, hasta México también. Ya se aprobó el proyecto y la viabilidad financiera y ahora lo que estamos avanzando es en las definiciones operativas de qué implicancias tiene el proyecto, en cuanto a la cantidad de operarios, que lo estamos hablando con el gremio; y el resto de los detalles, porque la producción está prevista para que comience la primera mitad de 2027. Esto implica que se frenará la producción local de la Taos a fines de 2025, y que se continuará fabricando desde Puebla, México. Así, la planta de Argentina quedará exclusivamente para la Amarok.

Fortuna: Entonces en términos de producción local, Volkswagen en Argentina tendrá una baja hasta que toda la planta se dedique a la Amarok.
Puig: Va a haber una fase de menor producción, pero que es positiva porque una cosa es bajar la producción y suspender gente porque el mercado está mal o porque no hay piezas, y otra es porque se cambiará la configuración de la planta para producir un nuevo vehículo.
Fortuna: Que el foco de exportación sea Brasil, ¿qué riesgos implica?
Puig: Hay una simbiosis entre Argentina y Brasil, y es importante entender que dependemos unos de los otros. De la misma forma que yo necesito de los autos que vienen de Brasil como el Virtus o Nivus; ellos también necesitan de nuestra Amarok. Por eso pensamos esta planta desde un punto de vista del volumen, sumando los mercados de Argentina y Brasil, más todo lo que podamos crecer en América latina. En Ecuador, Colombia, Uruguay hay oportunidades; pero hay que ser competitivos.
Fortuna: Esta competitividad que se necesita para exportar a otros mercados, además del de Brasil, ¿cómo se relaciona con el contexto económico actual?
Puig: Está claro que Argentina se está estabilizando y eso ayuda en la discusión acerca de las inversiones. Ayuda que haya menos inflación, un dólar más estable y una baja de impuestos. Vale decir también que una inversión de u$s 580 millones no se hace pensando en el corto plazo ni en los gobiernos. Estamos hace 45 años en el país y queremos estar otros 45. Entonces, claro que el contexto ayuda pero esta inversión es una decisión de largo plazo. En los últimos 10 años la compañía lleva invertidos más de u$s 1.200 millones.
Fortuna: Las terminales en Argentina siempre dicen que sus mayores competidores no son las otras marcas, sino que son las terminales de la propia empresa en otros países, porque es con quienes se disputan las inversiones. ¿Cómo estamos en términos de producción y competitividad?
Puig: Creo que estamos mejorando. El Taos la producimos en Argentina, hasta finales de 2025, y también en México. Ellos son más competitivos como país por costos logísticos, impuestos, piezas y mano de obra. Hay espacio para mejorar nuestra competitividad, pero es importante mirar nuestro punto de partida. Yo reconozco el esfuerzo que el país y el gobierno está haciendo. Tenemos una agenda y nos reunimos cada dos o tres meses con el ministro Luis Caputo, siempre nos escucha y a veces nos acompaña y a veces nos pone en tema. Es una charla muy abierta y profesional. Yo reconozco el esfuerzo que el país está haciendo para disminuir la carga impositiva. Falta, pero entiendo que eso no se puede hacer de un día para otro. El camino me parece bueno y fue por eso también la decisión de inversión, por más que yo diga que es una inversión de largo plazo, repito, claro que ayuda a tener un ambiente más favorable.

Fortuna: ¿Qué análisis hace del mercado actual, con un crecimiento en patentamientos, de los cuales un 55% son importados; pero aumento también de la producción?
Puig: Argentina debería ser un mercado de entre 800 mil a 900 mil autos por año. Salir rápido del número del año pasado, que fueron 425 mil unidades, y este año esperamos llegar a los 600 para el año que viene alcanzar los 700 mil, es una buena noticia. Creo que el camino natural debe de ser ese. Cuando miramos la flota de autos que hay en las calles vemos espacio para que haya una renovación, tanto por tema emisiones, como por mantenimientos. La flota local tiene que ser renovada, pero es verdad que durante mucho tiempo no había oferta y se vendía lo que había.
Fortuna: ¿Qué plan de importados tiene VW, porque ahora producirán localmente solo la Amarok, con lo cual el resto será todo de afuera?
Puig: Tenemos un plan que está relacionado con entender el perfil de nuestros consumidores y el contexto. Doy un ejemplo. El año pasado fue de ajuste en Argentina a partir del cambio de gobierno a fines del 23 y la devaluación muy fuerte de diciembre. Eso generó un impacto inicial en el que la industria cayó, en general, por arriba del 9%, a pesar de que Volkswagen creció un 3,5% en ventas. ¿Por qué sucedió eso? Porque a pesar de la crisis, con la apertura del mercado vimos la oportunidad de traer autos de entrada de gama como el Polo y el Polo Track. Había un consumidor que estaba dispuesto a no comprar autos caros, pero si los de entrada de gama, a lo que se le suma el plan de ahorro. Ese análisis que hicimos en 2024, este año lo estamos haciendo de nuevo a partir de la realidad local.
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Fortuna: ¿Y para dónde ven que está yendo el mercado local?
Puig: Argentina, de alguna forma, se está normalizando como mercado. Veo como si fuera una pirámide, con grandes volúmenes en los autos de entrada que se va afinando hacia las unidades de más alta gama. Veo también el segmento de pick-ups que va a seguir siendo importante por la fuerza que tiene el campo, a lo que se suman sectores como la minería y la energía. Creo que hay espacio de crecimiento para autos de entrada de gama y autos de alta capacidad.
Fortuna: En este espacio que ve para los autos de entrada de gama, ¿qué impacto pueden tener los vehículos chinos?
Puig: Para los clientes es bueno tener opciones de modelos y de precios, siempre que la competencia sea saludable. Yo, como brasileño, acompaño lo que pasa en Brasil, donde algunas terminales chinas ya se están instalando allí, ya sea comprando fábricas o armando nuevas. Si miramos en la historia, quien hoy en Argentina tiene una participación mayor de mercado son quienes producen localmente. Entonces, claro que va a haber un crecimiento de la participación de China porque Argentina es el octavo o noveno mercado más grande del mundo, es un mercado importante. Las marcas chinas primero se enfocaron en Estados Unidos, después en Europa, siguieron por Brasil y es el momento de Argentina, no hay dudas. Pero repito algo: si las reglas del juego son correctas y parejas para quienes producen, creo que la competencia es siempre buena. Y no solo para los consumidores, sino también para nosotros como terminales, porque nos hace mirar más cómo es nuestro costo de fabricación, nuestros costos de materiales y se refuerza toda la cadena de valor. Argentina tiene un potencial para mejorar su cadena de autopartes todavía y teniendo más competencia y más producción, eso se refuerza. Si las reglas de juego son transparentes y claras, e iguales para todos, la competencia es bienvenida.
Fortuna: Por último, además de Volkswagen, como Grupo también trabajan con Audi, Ducati y camiones. ¿Cómo ve esas categorías?
Puig: Con Volkswagen estamos en un 17% de participación en el mercado, y en el acumulado de los 6 primeros meses del año fuimos la marca que más vendió. Además, tenemos tres de los diez más vendidos de Argentina (Amarok, Polo y Taos). Fuimos líderes de mercado por 18 años y con las restricciones a las importaciones eso cambió un poco pero este año volvemos a pelear esa posición. Audi, marca premium, es un mercado que siempre va a existir en Argentina, independiente de que haya crisis o no. Estamos haciendo un trabajo bastante bueno con nuevos proyectos, y novedades en eléctricos e híbridos. Y, con Ducati, estamos ensamblando los kits de las motos que vienen en Italia, en Córdoba. Son dos modelos, la Scrambler y la Multistrada; y estamos haciendo un buen trabajo con ellos. Por último, respecto de la categoría de camiones, triplicamos nuestra participación y pasamos a ser un player importante. Hay una competencia muy fuerte pero hay espacio para seguir creciendo.



