No responder de manera adecuada las preguntas realizadas en las entrevistas puede transmitir una impresión negativa. A continuación, una lista de consejos.
Una entrevista de trabajo es una instancia clave en tu futuro inmediato. Prepararse para ella conlleva múltiples emociones y estrategias a desplegar a la hora de enfrentar ese momento. Llegaste hasta ahí, estudiaste la historia de la empresa, repasaste por qué sos la mejor persona para ocupar ese puesto y hasta te arreglaste puntillosamente para ir vestido de la manera más adecuada.
Sin embargo, tu desempeño en un proceso selectivo no depende solamente de tus cualidades, experiencias y apariencia física: si no sabés conversar y responder de manera adecuada las preguntas realizadas en las entrevistas, podés transmitir una impresión negativa y no tener el resultado deseado.
Love Mondays, una plataforma especializada en RR.HH. dio algunos detalles a tener en cuenta en esa instancia crucial dentro del proceso de reclutamiento.
“El mercado de trabajo está más competitivo que nunca y estar preparado para un proceso selectivo puede aumentar las chances de recibir una propuesta”, señala Dave Curran, COO e cofundador dla plataforma.
1. ¿Por qué motivo saliste de tu empleo anterior?
Explicar los motivos de un despido para tu reclutador es delicado, no tengas dudas. Es importante que seas honesto y transparente sobre lo que te alejó de tu antiguo trabajo. Para responder con naturalidad a esta pregunta tenés que contar siempre la misma versión de lo que realmente sucedió. Ensayá anticipadamente una explicación breve y contextualizá lo suficiente para que el entrevistador entienda de la mejor forma posible lo que sucedió.
2. Comentá algún episodio en el que tuviste que lidiar con alguien complicado en el trabajo
Dentro del trabajo, es muy frecuente haber tenido un compañero o un jefe con personalidad fuerte. Al preguntar esto, tu reclutador quiere entender cómo te comportás dentro de estas relaciones más delicadas. Para responder bien a esta pregunta, es bueno no difamar a nadie ni dar nombres.
Concéntrate en comentar cómo lidiabas con esa persona presentando puntos profesionales y evitando comentarios que puedan ser interpretados como de índole personal.
3. Hablemos de tu vocación: ¿Por qué elegiste esta profesión?
Si bien no es algo que todo el mundo tenga en claro o, más aún, tu profesión tal vez no sea algo que realmente elegiste, lo mejor es tener un speach adecuado para responder.
Si circunstancias de la vida te llevaron a seguir y trabajar en ocupaciones que jamás imaginaste, es importante mostrar al reclutador cuáles son tus aspiraciones profesionales y qué te motiva a continuar haciendo lo que haces.
4. Hablemos de tu futuro a mediano y largo plazo: ¿Dónde te ves dentro de 5 o 10 años?
En este punto, no es que el entrevistador pretenda que hagas futurología. Se trata de una pregunta delicada y podés terminar comunicando que no tenés planes para seguir en la empresa en cuestión, pensando en el mediano y largo plazo.
Puede ser que la empresa donde estás postulándote valorice la voluntad de permanecer en la misma por bastante tiempo; o tal vez se interesen más por conocer tus aspiraciones más arriesgadas ligadas al emprendedorismo o cualquier otro trabajo independiente.
5. ¿Cuáles son los problemas de tu último o actual empleo?
Para entender mejor si encuadrás bien dentro de la cultura de la empresa, tu reclutador puede terminar preguntando sobre la situación de tu empleo anterior o actual. Recordá que no podés brindar información confidencial en otros lugares.
Una sugerencia es que comentes aspectos que te hayan incomodado sobre la gestión de la empresa, procesos o actividades de tu función.
Como recomendación esencial, te recordamos que nunca está bien hablar mal sobre experiencias pasadas. Un candidato a un nuevo empleo debes ser siempre profesional y analítico sobre las cuestiones abordadas.
6. ¿Qué cualidades tuyas considerás que te ayudarían en esta función?
Ahora sí en esta instancia llegó el momento de hablar sobre tus habilidades. Al ser interrogado sobre tu capacidad para actuar en el puesto en cuestión, contále al reclutador sobre lo que sabés hacer bien, tu cualidades y experiencia en relación al puesto que deseas ocupar.
Comentá sobre tus trabajos anteriores, cursos que ya realizaste, proyectos que desarrollaste y ejecutaste en el pasado. Si es posible, usá ejemplos puntuales de momentos en que necesitaste desempeñarte haciendo exactamente aquello que el puesto necesita.
7. ¿Alguna pregunta que quieras hacer?
Llegado el momento puede ser que los roles cambien y sea tú oportunidad de hacer algunas preguntas. Lo importante aquí es no tener timidez y preguntar. Pensá que la entrevista está terminando por lo que podés soltarte y estar más relajado.
Esta es una fase interesante para demostrar todo tu interés en la empresa con preguntas simples sobre su funcionamiento, procesos e historia. Sentite libre para saber más sobre cuáles serán tus funciones, cómo será tu día a día o sobre el equipo del que formarás parte.
Para concluir, es importante recalcar que algunas preguntas probablemente ya las respondiste en alguna de las entrevistas por la que participaste a lo largo de tu vida profesional, sin embargo, existen algunas cuestiones que pueden colocarte en aprietos si no te preparás.
Muchas empresas tienen preguntas bastante específicas en sus procesos de selección.