Cómo usar el management cuántico en la gestión de equipos

Este enfoque desencadena un cambio de paradigma al reconocer la singularidad y el potencial creativo de cada individuo en la organización.

Paula Altieri

El Management Cuántico es un enfoque revolucionario en la gestión empresarial que toma inspiración de los principios de la mecánica cuántica. Reconoce la naturaleza dinámica e interconectada de los elementos en una organización.

Cuando hablamos de elementos nos referimos en este caso a cualquier grupo de personas que habitualmente trabaja, aprende, se divierte o se relacionan en conjunto, y por lo tanto cambia, se transforma a través de sus relaciones. Podríamos agregar también que está en permanente desarrollo. Y acá es donde la física cuántica se expresa maravillosamente en cada una de sus leyes. 

El Management Cuántico considera la complejidad y singularidad de cada individuo, y llega para ofrecer herramientas que permiten volvernos más coherentes y congruentes con la posibilidad de integrar nuestras sombras y talentos. La clave está en situar la conciencia en el aquí y ahora, que constituye el único momento en el que somos observadores y protagonistas de lo que sucede, el resto es pasado o futuro. 

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Por eso hay que empezar por reconocer. Por ejemplo, ¿cuál es tu punto de apoyo para crear proyectos, diseñar conversaciones, delegar?, ¿Por qué atraes los conflictos que atraes? Para dar respuesta a estas preguntas tenemos que estar en estado presente y con la observación puesta en las vivencias intencionales y en las no intencionales. Acá es donde la fenomenología viene a enseñarnos mucho. Su método consiste en dos pasos. El primero, es el epojé, la suspensión del juicio previo que implica poner entre paréntesis la tesis natural del mundo. El segundo, la reducción fenomenológica, que supone dirigirse al resto que queda tras haber puesto al mundo entre paréntesis. Lo que permite este método es dar con una actitud filosófica lo suficientemente despojada de conceptos previos como para que se permita al fenómeno mostrarse tal como es en sí mismo.

Luego de reconocer, viene la parte de posicionamiento. La idea principal es clarificar el rol que cada persona ocupa al transaccionar con otros y con el entorno. Se trata de analizar los comportamientos, actitudes, palabras, reacciones físicas y emocionales a través de una docena de modelos analíticos para entender en qué lugar se está parado y hacia dónde es más sano moverse. Y así es cómo se va encontrando el estado cuántico: aquel estado en donde somos coherentes y congruentes. 

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Y ahora llega otro momento clave y duro: integrar las sombras. A través de la observación y el desarrollo del desapego necesario y suficiente, es posible adueñarse de las propias proyecciones, permitiendo que las relaciones sucedan de manera adulta, evitando manipulaciones y desarticulándolas cuando sucedan. Expresado de manera simple, la sombra sería “el Yo que no puedo ver”. Se refiere a partes de nosotros mismos que no podemos aceptar y empujamos al otro lado de los límites del yo. Estas partes repudiadas terminan en nuestro inconsciente, pero pueden volver a aparecer como proyecciones sobre otras personas. Sin embargo, podemos cambiar este patrón. La integración del material de la sombra es una fuente de enorme poder personal, integridad, autenticidad y fuerza, pero sólo cuando permitimos conscientemente que sea parte de lo que somos. Caso contrario, corre desenfrenadamente, sale del sótano de nuestra psique y causa estragos sin que la veamos.

El objetivo principal es aprender a vivir desde el tiempo circular, empezando a crear coherencia. ¿Qué nuevas formas de ser y liderar pueden manifestarse? La conciencia sobre la coherencia es un ingrediente que todo líder tiene que tener, en mi opinión.

El enfoque cuántico desencadena un cambio de paradigma al reconocer la singularidad y el potencial creativo de cada individuo en la organización. Al fomentar un ambiente que valora la diversidad de ideas y perspectivas, se libera una corriente constante de innovación

 

*Socia de Veril Consultores

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